LA ESPIRITUALIDAD
LA ESPIRITUALIDAD WAYUU
El mundo Wayuu sobreviene atado al ritmo y a la entrega de la mujer como unidad mística, asociada a las expresiones de la Tierra. Su historia está narrada como ser tierra y ser madre protectora de la vida. De este modo la mujer simboliza las funciones de la familia, el cuidado de los hijos, la recolección alimentaría, ella mantiene el fuego en el hogar, teje los vestidos, fabrica las cerámicas, interpreta los sueños, oficia los rituales religiosos y practica el arte mágico de conocer las plantas medicinales.
En la tradición cultural de la comunidad se destaca la importancia de la mujer Ouutsü o experta religiosa, quien funciona como imagen protectora del componente social y cultural, esta particularidad se fundamenta a partir de los conocimientos tradicionales que posee acerca de los orígenes y la correspondencia con la naturaleza. Como medica religiosa constituye una imagen central en la comunidad, puesto que ella posee atributos especiales para comunicarse con el mundo natural y sobrenatural. Su figura constituye una autoridad espiritual en cuyo entorno giran los asuntos humanos y divinos de toda la comunidad, donde su oficio como intermediaria entre los Wayuu y el mundo de lo sobrenatural permite sanar las calamidades ocasionadas por los espíritus de las enfermedades. El oficio de las expertas religiosas cumple las funciones más esenciales en el seno de la comunidad; puesto que son ellas la fuente obligada de consultas espirituales y, por consiguiente, constituyen una entidad reguladora de los comportamientos de los individuos. De este modo las mujeres Ouutsü realizan una labor pedagógica, en la que desarrollan procesos culturales de gran importancia para la vida de la comunidad. Son ellas las que participan de manera activa y efectiva en los diversos procedimientos que se originan a través de la realización de actos mágicos y religiosos.
En la comunidad se hace uso especial del fenómeno del sueño (Lapüü), a través del cual se originan comunicaciones entre los individuos y los espíritus de los antepasados. Se considera que el mundo de los vivos es resguardado por los antepasados, quienes se preocupan y envían mensajes a sus familiares a través de los sueños. Igual se considera que los espíritus benignos de los familiares muertos se encarnan en las virtudes mágicas de la Laniia (especie de talismán), que se conserva y protege celosamente para el fortalecimiento de las energías vitales de los individuos. Mediante el uso habitual de estas manifestaciones, los Wayuu intentan protegerse de acciones o fenómenos naturales y sociales, que alteran el orden social y atentan contra la armonía y la integridad esencial de la vida. En el plano mágico y en aras de conocer el lado invisible del universo, las Ouutsü se integran para soñar, desplegando un importante reflexionar, que no implica conocer solamente las bondades que ofrece la naturaleza, sino que buscan apropiar y dominar sus virtudes medicinales.
A partir del acto de soñar y los oficios religiosos ellas promueven la relación de lo humano con el mundo de lo natural y sobrenatural. De este modo, el orden social Wayuu se fundamenta en un estado deseable de armonía entre la sociedad, los individuos y el entorno natural. En la cultura se realizan prácticas de ceremonias y rituales mágico-religiosos, que se autorizan a partir de los contenidos de los sueños y las manifestaciones especiales de la Laniia. A través de la lectura de los sueños y la guía espiritual de las mujeres Ouutsü se realizan los rituales de aspersión y los sacrificios de animales, ya sean en situaciones anticipadas de un conflicto o en momentos difíciles de su desarrollo. Entre las medidas que se toman, está el de recluir a los hombres en una habitación cerrada para revitalizar sus energías y proteger sus vidas ante los posibles ataques del enemigo. En otro sentido, se concibe que entre los palabreros es habitual el uso de la Laniia para protegerse de malas energías y fortalecer la propia durante los momentos difíciles de ejercer su función como mediador en un conflicto. Se considera que a través del uso del talismán el palabrero intenta infundir respeto y disminuir el ímpetu agresivo de algún miembro de las familias en disputa.
Fuente: Extraido del Plan Especial de Salvaguardia del Sistema Normativo Wayuu.